Con el permiso de la presidencia;
Compañeras, diputadas y diputados;
Ya transcurrió el primer año de gobierno de la primera Presidenta de México, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, un año que como río caudaloso ha corrido veloz y dejando huella, ha trazado puentes, abierto camino, tendido vías y encendido faros que nos recuerdan que el movimiento es vida y que la nación respira a través de comunicaciones y transportes, porque si la Constitución es la sociedad, lo que la conciencia es a la persona, entonces las carreteras, los puertos, los trenes y los aeropuertos son las arterias de este cuerpo llamado República.
Sin embargo, la sangre de comercio, del encuentro, del abrazo de estas regiones no podía fluir y, en este primer año, se nos recuerda que México ha comenzado a latir con renovada fuerza.
El Plan Nacional de Infraestructura del Primer Informe de Gobierno no es un catálogo de obras, es una estrategia trazada de concreto, acero y rieles, con más de 811,000 millones de pesos invertidos nos han entregado, no solo empleos, sino también esperanza, porque cada puente y cada carretera son más que caminos, son la certeza de qué las comunidades aisladas puedan ser escuchadas, de qué los pueblos olvidados tienen salida hacia un mejor futuro.
En trenes, la patria ha recuperado un latido perdido: más de 3000 km de vías para pasajeros, comienzan a surcar la tierra, devolviendo el ferrocarril a su papel como columna vertebral, como antaño de México a Pachuca, de Querétaro a Irapuato y de Saltillo a Nuevo Laredo. Las nuevas líneas no solo unirán ciudades, también unirán familias, economías y muchos sueños.
El tren vuelve a ser hilo que cose un México que ha comenzado a unirse y lo hace con estándares de clase mundial, pero también con el espíritu milenario de quien se sabe mover, es también vivir.
El transporte de carga se fortalece con la misma convicción, se rehabilitan vías ferrerías, se consolidan, corredores, logísticos y se modernizan puertos como en Coatzacoalcos y Salina Cruz, el Istmo de Tehuantepec, este viejo puente natural de océanos revive ahora como arteria comercial internacional, mientras que el sureste, el Tren Maya se convierte también en tren de carga, recordándonos que el desarrollo es integral cuando combina cultura turismo y también productividad.
Nuestros aeropuertos también se han modernizado desde Puerto Escondido hasta Tepic, desde Colima hasta la Ciudad de México, se ampliaron terminales, se mejoraron pistas y se fortalecieron sistemas de seguridad.
En los mares, Salinas Cruz como gigante latinoamericano, el rompeolas más grande de toda la región, capaz de recibir barcos colosales y movilizar millones de contenedores, otros puertos como el de Manzanillo Veracruz, de progreso Lázaro Cárdenas, son como faros de comercio, recordando que México no es la orilla, es puente entre continentes.
También se ha registrado avances en el sector carretero con autopistas concluidas en Nayarit, Jalisco y Oaxaca, puentes colosales en Chiapas y Quintana Roo conservación en más de 45,000 km de caminos, son venas que nos distinguen entre grandes ciudades o pequeñas comunidades y llevan al pulso de la modernidad, allí donde la gente más lo necesita.
Sin embargo no todo es
cemento y asfalto. El programa Caminos Artesanales que emplea a las comunidades para pavimentar con sus propias manos, los accesos a sus pueblos, es un recordatorio de qué la infraestructura no es sólo una técnica es también justicia, porque un camino construido por las manos de quienes lo transitan es doblemente valioso, fortalece la economía local y al mismo tiempo garantiza que las comunidades se apropien de la obra que mejora su vida cotidiana.
Un año ha pasado y parece que fue ayer cuando la Presidenta, Claudia Sheinbaum, tomó posesión de su cargo en este mismo recinto, un año que ya ha tejido kilómetros de vía, de carreteras, de cielos abiertos, un año que nos dice que la movilidad no es un lujo, es un derecho, que el transporte no es un gasto, es una inversión y que cada obra pública es como un puente, tendido hacia la equidad.
La comunicación y el transporte son el país, lo que la respiración al ser humano, vitales, constantes e invisibles hasta que faltan.
Este Primer Informe nos enseña que México ha comenzado a respirar mejor, con pulmones más amplios y arterias más limpias y que esta respiración compartida es una promesa de un México próspero, justo y unido.
Es cuanto, muchas gracias.