Gracias señor Secretario Eviel Pérez Magaña, titular de la Secretaría de Desarrollo Social, sea usted bienvenido. Con su permiso señor Presidente, compañeras y compañeros legisladores.
Nos queda claro de acuerdo a su experiencia, decía un señor secretario, que el señor Presidente Don Enrique Peña Nieto, puso especial atención en los mexicanos que sufrían hambre, un fenómeno pernicioso que atenta contra la más elemental dignidad de las personas.
De acuerdo al Coneval, en el año 2012, en México había 27.4 millones de personas en situación de carencia por acceso a la alimentación. Además 7 millones se encontraban también situación de pobreza extrema, configurando así un grado de vulnerabilidad humana.
Por esta razón, el Ejecutivo instruyó coordinar los esfuerzos de su política social a través de una política pública, que es la Cruzada Nacional contra el Hambre, con el objetivo de atender de manera prioritaria a la población con carencia alimentaria, lo cual sabemos quedó registrado ante notario como uno de sus compromisos de gobierno.
El arranque de esta estrategia despertó un enorme entusiasmo y compromiso de todos los actores, no sólo porque atendía a un sector de la población que precisaba de apoyos urgentes, sino por la metodología misma de la Cruzada que convocaba a la participación de las comunidades y generaba esquemas de coordinación inéditos entre autoridades entre los diferentes ámbitos y órdenes de gobierno.
Desde el 2013, la Cruzada tuvo una gran centralidad en la política social del Gobierno Federal. Se firmaron acuerdos con los estados para su implementación y se convocó al sector empresarial y a la sociedad.
Inclusive, la Cruzada fue reconocida por la FAO como una estrategia efectiva para abatir la inseguridad alimentaria, y despertó el interés de los organismos internacionales y de otros países. Sin embargo, desde finales del 2015 pareciera que la Cruzada contra el Hambre, desapareció.
A partir de 2016 se empezó a hablar de la Estrategia Nacional de Inclusión, refiriéndola, inclusive en 2018, como la columna vertebral de la política social.
En el documento rector de esta Estrategia se señala que la misma tiene como propósito "contribuir al acceso de los derechos sociales y a la disminución de carencias mediante una coordinación eficiente y efectiva de las políticas y programas públicos que inciden sobre las condiciones de vida de las personas."
En el propio Informe del señor Presidente, se contiene una sección con los principales resultados de la Estrategia Nacional de Inclusión, pero de la Cruzada Nacional contra el Hambre poco se dice y poco se informa; de hecho, no quedó claro cuál es la relación entre la Cruzada Nacional contra el Hambre y la Estrategia Nacional de Inclusión.
En otro orden de ideas, lamentablemente de un tiempo para acá las referencias de la Cruzada están asociadas a presuntos actos de corrupción. En función de lo anterior, señor Secretario, podría informarnos:
¿Qué pasó con la Cruzada Nacional contra el Hambre? ¿Está vigente? ¿Cuáles han sido sus resultados? ¿Tiene ésta alguna relación con la Estrategia Nacional de Inclusión?
Muchas gracias por su atención. Es cuanto señor Presidente.
RÉPLICA:
Muchas gracias señor Presidente, con su venia.
Señor Secretario, gracias por la atención y sus respuestas.
Hemos escuchado con atención algunos de los resultados que usted ha mencionado con respecto a la Cruzada Nacional contra el Hambre, como el que casi, y aquí, déjenme reconocerle al Gobierno de la República su esfuerzo, casi dos millones de personas que hayan dejado ese grado de vulnerabilidad, quiere decir que es una política pública con resultados positivos.
También nos ha explicado entre la Cruzada nacional contra el Hambre y la Estrategia Nacional de Inclusión, cuál es esa relación y esa retroalimentación.
SI bien nos comenta que la Estrategia Nacional de Inclusión atiende a un espectro más amplio de la población, creemos señor Secretario que el diseño de la estrategia de Coordinación debe evitar duplicidades. Debe fomentar una adecuada alimentación de los programas y los esfuerzos para atender un problema específico de una política pública.
Hacemos votos para que todos en el Gobierno de la República, la presente y la siguiente administración continuemos en la suma de voluntades, de esfuerzos y presupuestos, para acabar de una vez por todas con la cara más lacerante de la pobreza: el hambre.
Es una obligación moral que nos llama a todos, por tal motivo en este Congreso estaremos muy atentos con las políticas públicas que se incrementen para erradicar este gran problema que es el hambre.
Es cuanto señor Presidente, gracias señor Secretario.
PARTIDO VERDE