Con la venia de la presidenta;

Hoy subo a esta tribuna con una profunda preocupación que comparto con miles de mexicanos, pues la extorsión se ha convertido en uno de los delitos más lacerantes, normalizados y silenciados de nuestro país. La extorsión es un delito equiparable a un grave cáncer que deteriora el tejido social, pero también el patrimonio de la gente trabajadora.

De manera lastimosa en los recientes años, la extorsión se ha convertido en una verdadera pesadilla para comerciantes, transportistas, campesinos, adultos mayores, a las mujeres que sostienen sus hogares con trabajo honesto, así como por ciudadanos que han sido víctimas de amenazas telefónicas, exigencias por protección y chantaje, por parte de organizaciones delincuenciales. El fondo es el mismo, el despojo, el miedo, la violencia invisible que paraliza, familias, negocios y comunidades enteras.

Este delito ha sido el único que ha tenido un impacto tan fuerte que se ha incrementado a nivel nacional, pasando del 23.68 al 27.45 en el periodo que va de enero del 2019 a enero del 2025, es por esta razón que la Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, durante los primeros meses de su mandato, puso un especial énfasis en la extorsión dentro de su Estrategia Nacional de Seguridad Pública.

Lo que explica la puesta en marcha de la Estrategia Nacional Contra la Extorsión que contempla la prevención, atención de denuncias, manejo de crisis, investigaciones e intervenciones operativas para combatir este delito. Hoy la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana que encabeza del maestro Omar García Harfuch, coordina estos importantes esfuerzos con base grandes de acción:

*Generar detenciones, mediante investigación e inteligencia.

*Fomentar la creación de unidades antiextorsión en los gobiernos locales.

*Aplicar el protocolo de atención a víctimas.

*Capacitar operadores del número 089 en el manejo de crisis y negociación, donde cualquier ciudadano puede denunciar de manera anónima e implementar una campaña de prevención a nivel nacional. Esta estrategia está hecha a mano de las reformas que hemos aprobado en esta misma Cámara de Diputados.  

Hoy es necesario seguir legislando en favor del pueblo de México y aprobar esta importante reforma constitucional que tiene la finalidad de facultar al Congreso de La Unión para expedir una Ley General en materia de Extorsión.

Este es tan sólo el primer paso para alcanzar una serie de acciones en favor de las víctimas, ya que se pretende reforzar la estrategia nacional contra la extorsión al establecerse que este delito podrá perseguirse de oficio, lo que quiere decir que el Estado podrá asumirse como víctima, en principio, se trata de quitarle la carga de la denuncia a las víctimas para generar un entorno de protección en momentos de gran miedo y desconcierto para quienes sufrieron la extorsión.

Por su parte, se pretende fortalecer el registro sobre la incidencia de este delito de alto impacto, ya que muchas veces las víctimas no regresan a ratificar las denuncias. La ley general de extorsión que hablamos de discutir en breve, en caso de aprobar esta reforma Constitucional, deberá fortalecer las facultades de investigación, coordinación y colaboraciones entre instituciones de los distintos órdenes de gobierno para desarmar de raíz a los grupos delincuenciales.

Por su parte, los congresos de los estados también deberán legislar en materia de extorsión conforme a un piso mínimo que debe contemplar el tipo penal, sus agravantes, delitos, vínculos y acciones para proteger a las víctimas. En el Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, respaldamos, de manera firme este dictamen, el cual busca que las instituciones cuenten con reglas claras para investigar y perseguir este delito, fortaleciendo nuestro estado de derecho, como legisladora, como madre, como mexicana, me sumo al llamado de quienes exigen vivir sin miedo, no podemos permitir que la extorsión se convierta en parte del paisaje cotidiano, porque frente a la extorsión haremos justicia y protegeremos a las víctimas que han sido silenciadas por el miedo.

Es cuánto.