Con su venia diputado presidente. Compañeras y compañeros diputados. Las áreas verdes son fundamentales para garantizar a las personas el acceso a una mejor y mayor calidad de vida, especialmente aquellas que habitan en zonas urbanas. No se debe olvidar que más de la mitad de la población mundial vive actualmente en ciudades y que ese número seguirá una tendencia creciente.
Los árboles, plantas y arbustos que conforman las áreas verdes no sólo embellecen el espacio, también producen importantes beneficios para la salud de las personas y juegan también un papel importante en el mantenimiento del equilibrio ecológico de las ciudades.
De acuerdo a Hiroto Mitsugi, subdirector general de la FAO, existen evidencias suficientes de que los árboles pueden mejorar la salud mental, así como reducir el estrés y la ansiedad de la vida urbana. Un estudio de la ciudad de Toronto, en Canadá, reveló que el mero hecho de tener 10 árboles más en una manzana mejora la percepción de la salud de sus habitantes.
Mitsugi también señala que en las calles de las ciudades con mayor tráfico los árboles filtran los contaminantes nocivos y mitigan los efectos del cambio climático. Los árboles sirven igualmente como filtros de aire altamente eficientes, al absorber el carbono dañino proveniente de los vehículos y de la industria.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, el 88 por ciento de los habitantes de zonas urbanas están expuestos a niveles de contaminación del aire exterior superiores a lo establecido en las normas de la calidad de la organización. En este sentido, los esfuerzos por incrementar y conservar los espacios verdes en las ciudades resultan muy valiosos, pues estos representan un recurso indispensable para mantener la salud pública en las zonas urbanas.
Por otra parte, los árboles reducen la contaminación acústica y contribuyen a la regulación térmica de las ciudades, pues son capaces de ayudar a enfriar el aire entre 2 y 8 grados centígrados.
Los beneficios ambientales que resultan de los espacios verdes son diversos, por ello la Organización Mundial de la Salud considera como una recomendación ineludible, para una mejor calidad de vida urbana, que las ciudades cuenten mínimamente con 9 metros cuadrados de áreas verdes por habitante.
A pesar de lo anterior, en casi todo el mundo se observa una reducción de la superficie de cobertura vegetal y también de las áreas verdes disponibles en las ciudades, como consecuencia del crecimiento urbano desordenado y de la falta de planeación y desarrollo sustentable.
En la actualidad, buena parte de los municipios considerados urbanos en nuestro país no cuenta con el mínimo de áreas verdes recomendado por la OMS. Ejemplo de lo anterior son las tres principales ciudades del país: la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
De acuerdo a un estudio de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México, la capital de la República tiene 10 metros cuadrados de arbolado por habitante, sin embargo, las áreas verdes se encuentran mal distribuidas, pues existen demarcaciones, algunas de ellas las de mayor densidad poblacional, muy por debajo del promedio general; es el caso de Iztapalapa, Tláhuac, Iztacalco, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza y Cuauhtémoc.
En cuanto respecta a la Zona Metropolitana de Guadalajara, según investigadores del Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara, hay un promedio de 3 metros cuadrados de áreas verdes por habitante.
Por su parte, en el municipio de Monterrey, según un estudio realizado en el 2013 por la Universidad Autónoma de Nuevo León, se cuenta con 6.2 metros cuadrados de área verde por persona.
Es claro que el avance de la urbanización en nuestro país ha impactado en las condiciones del entorno en donde viven millones de personas, por ello resulta fundamental proteger, conservar e incrementar las áreas verdes urbanas, ya que éstas desempeñan funciones esenciales para la calidad de vida de sus habitantes.
México deberán promover políticas para garantizar que los centros de población cuenten con al menos nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante, que es el mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
Es cuanto señor presidente, muchas gracias.
PARTIDO VERDE