MENSTRUACIÓN DIGNA EN CENTROS PENITENCIARIOS: ROCÍO CORONA

  • “Sin toallas ni agua, vivir la menstruación en la cárcel es más que dolor corporal”

Con la finalidad de garantizar una menstruación digna en los centros penitenciarios, la senadora Rocío Corona Nakamura presentó una iniciativa para que las mujeres privadas de libertad en estos centros puedan acceder a productos de gestión menstrual, espacios dignos y servicios de salud, reconociendo la menstruación como un derecho fundamental y promoviendo la reinserción social.

Reconoció que el manejo de la higiene menstrual es un tema marginado de las agendas de desarrollo, lo que priva a mujeres y niñas de áreas seguras, accesibles e higiénicas para ello, además de que en ocasiones no cuentan con acceso a toallas sanitarias y otros insumos de higiene menstrual, o no son asequibles.

Aseguró que “la imposibilidad de controlar de una forma digna y segura la gestión menstrual impacta negativamente los derechos de las mujeres, adolescentes y niñas”, más aún si se encuentran en una situación de vulnerabilidad como lo es estar privadas de la libertad.

Recalcó que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) mostró su preocupación por las condiciones y el trato que se les da a las mujeres en los centros penitenciarios, por lo que las autoridades encargadas del sistema deben tomar las medidas pertinentes y realizar acciones efectivas para garantizar el respeto a los derechos humanos de estas mujeres.

Dijo que de acuerdo con esta dependencia, aproximadamente 15 o 17 entidades federativas del país, no tienen asignada una partida presupuestal para garantizar una gestión menstrual digna en los centros penitenciarios del país, quienes dependen exclusivamente de donaciones o de los familiares que llevan estos enseres a las mujeres.

Agregó que el 31 de agosto del 2021, esta Comisión emitió una recomendación donde destaca “la insuficiencia de acciones en los centros penitenciarios del país para garantizar el derecho a la salud sexual y reproductiva de las adolescentes y mujeres privadas de la libertad, así como para asegurar una gestión e higiene menstrual digna a las mujeres y personas menstruantes en dichos lugares”.

Insistió en la pertinencia de su propuesta ya que la atención de mujeres en reclusión ha sido materia de diferentes señalamientos, por la falta de servicios y suministros de productos para su atención personal, y recalcó que “sin toallas ni agua, vivir la menstruación en la cárcel es más que dolor corporal”, por lo que recalcó que el Estado debe asignar mayor presupuesto a los centros de reinserción social para atender esta problemática y brindar a las mujeres los elementos necesarios para una menstruación digna.

Aseguró que “el acceso a productos sanitarios para las mujeres privadas de su libertad es un derecho que se debe hacer valer y respetar, no un privilegio”, por lo que su iniciativa busca garantizar que las mujeres privadas de la libertad en centros penitenciarios cuenten con instalaciones adecuadas y espacios necesarios para una estancia digna y segura, incluidas aquellas destinadas para su gestión e higiene menstrual; además de los suministros necesarios, entre ellos, tampones, copas menstruales, papel higiénico y medicamentos para tratar los trastornos o el dolor relacionados con la menstruación.

Finalmente, recalcó que con su propuesta se busca robustecer el marco jurídico y brindar mayor seguridad a las mujeres en situación de vulnerabilidad, en especial a las mujeres privadas de libertad, para que su menstruación, siempre, sea de la manera más digna posible.