Con la venia de la presidencia;
Combate a la corrupción, acceso a la justicia, seguridad pública, aplicación de la ley, estos temas, junto con los relativos al ingreso, son los que resultan de mayor interés para los mexicanos por ser aquellos que más impactan en su vida cotidiana.
Las cifras en materia de seguridad no son halagadoras, pues las tasas de los delitos de alto impacto aún no se reducen y no podemos negarlo. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reporta que la cifra de homicidios es incluso ligeramente mayor a la del año pasado.
Nada es más importante en una democracia que gozar de la libertad y de los medios necesarios e idóneos para poder ejercer los derechos fundamentales garantizados por la Constitución, sin embargo, en México hoy nos encontramos con que la violencia y la inseguridad representan un fuerte obstáculo para ello.
No es un tema simple el de inseguridad en nuestro país. No fue generada por este gobierno y aunque sí es su responsabilidad hacerle frente, lo cierto es que su complejidad evita que se pueda resolver de manera inmediata. Se trata de uno de los problemas que más tiempo llevará resolver de manera efectiva, pues para atender la violencia y la inseguridad deben atenderse causas estructurales, modificarse escalas de valores, incentivar el empleo, el desarrollo, el bienestar, el acceso a las oportunidades, la equidad y el combate a la desigualdad.
Es objetivo de este gobierno atacar las causas estructurales del delito, lo cual es de reconocerse, pero se debe seguir trabajando para corresponder a las altas expectativas que tienen los ciudadanos en cuanto a la transformación de la realidad que hoy vivimos a través de la acción gubernamental.
La Estrategia Nacional de Seguridad Pública del gobierno es un avance respecto a plasmar de manera coordinada el cómo prevenir y combatir los actos delincuenciales, los cuales nos quitan la tranquilidad y afectan nuestras posesiones e ingresos.
Un ejemplo de esto fue la forma en que se atendió el robo de hidrocarburos, tema al que se le hizo frente con valentía y estrategia, gracias a lo cual se espera que el delito disminuya en un 94 por ciento y se evite una pérdida de 50 mil millones de pesos al final de este 2019.
Esperamos que esta misma estrategia exitosa se implemente para combatir la violencia y otras conductas antisociales, de manera tal que en el corto plazo logremos ser un país en el que la inseguridad disminuya y en donde los ciudadanos mexicanos puedan ejercer plenamente todos sus derechos.
Teniendo en cuenta la necesidad de atender las causas que originan los delitos, es de reconocerse la importancia de acciones orientadas a promover el acceso a las oportunidades para todos y reducir la brecha de la desigualdad en el país, pues éstas son fundamentales para evitar que las personas opten por caminos equivocados.
Para lograr lo anterior también resulta indispensable garantizar la vigencia del estado de derecho y dejar claro que nada ni nadie está por encima de la ley, ni grupos fácticos ni de poder ni de choque ni líderes ni los propios gobernantes. No se puede ceder a negociar la aplicación de la ley, porque si se hace, deja de tener sentido nuestro trabajo como legisladores, si las normas no se aplican o se aplican de manera parcial, sólo para algunos, se abre la puerta a la ilegalidad y a la impunidad que tanto daño nos ha hecho.
En lo que toca al combate a la corrupción debe reconocerse lo que se ha hecho hasta ahora, el presidente hizo un compromiso desde su campaña y este tema ha sido un eje toral de su mandato. Cero tolerancia a la corrupción es la consigna que ha marcado al actual gobierno en sus primeros meses en la conducción del país.
En cuanto a la Procuración de Justicia a cargo de las Fiscalías, y a la Administración de Justicia, correspondiente al Poder Judicial, es necesario respetar la independencia de ambas instancias, puesto que somos un Estado federal bien diseñado en sus estructuras y esto debe seguir así, sin injerencias de un poder o nivel de gobierno sobre otro.
Siempre será bienvenido que en todos los entes públicos se combata la corrupción, el nepotismo, los compadrazgos, el tráfico de influencias y para eso existen en México los medios idóneos para hacerlo.
Consolidar el Estado de derecho al que aspiramos implica el esfuerzo conjunto de sociedad y gobierno, no se debe olvidar que para construir un país de leyes no basta con el esfuerzo de unos cuantos, pues se trata de una tarea titánica que nos corresponde a todos llevar a buen puerto.
En representación del Partido Verde reitero nuestro compromiso de seguir trabajando para que, a través del ejercicio de las atribuciones que tenemos como legisladores, logremos que las decisiones de gobierno impacten para bien en la vida de los mexicanos y podamos contribuir con ello a la construcción de un país más seguro, y más respetuoso de la ley.
Es cuanto, muchas gracias.