Con la venia de la presidencia;
Buenas tardes, compañeras y compañeros legisladores.
Saludo cordialmente al titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Maestro Arturo Herrera Gutiérrez, y le doy la bienvenida a esta Cámara de Diputados para llevar a cabo el ejercicio de diálogo con el Congreso de la Unión que prevé nuestra Constitución Política relativo a la glosa del primer informe de gobierno y en torno al paquete económico para el próximo ejercicio fiscal.
El motivo que hoy nos convoca no es únicamente dar cumplimiento a lo establecido por la fracción cuarta del artículo 74 de la Carta Magna, sino también llevar a cabo una tarea que impacta de manera innegable en la vida cotidiana de todos los mexicanos.
No olvidemos que la determinación de los ingresos del gobierno, así como la definición del gasto público es el principal mecanismo para lograr que las políticas, planes, estrategias, programas y acciones que propone una administración dejen de ser sólo palabras, para convertirse en realidades tangibles que generan desarrollo y bienestar para las personas.
Nuestro compromiso como representantes populares, y me refiero a todas y todos, sin distinción de partidos, es que el impacto generado por la aprobación de los ingresos de los cuales dispondrá el gobierno para el próximo año y de la forma en que se habrán de gastar esos recursos sea lo más benéfico y provechoso posible para la población.
El reto es que la maximización de los beneficios sociales que puede generar un adecuado gasto público y la detonación del crecimiento económico se logre en el marco de la responsabilidad y la disciplina para mantener finanzas públicas sanas y niveles sostenibles de endeudamiento.
La estabilidad económica y social del país, de la cual hemos disfrutado desde hace por lo menos un par de décadas, no es producto de un conjuro que de manera instantánea nos permite pisar tierra firme para mirar hacia adelante, al contrario, es un esfuerzo común del que somos a la vez herederos y participantes activos. Se trata de la voluntad compartida de varias generaciones de mexicanos por mantener la disciplina, para contar con bases sólidas sobre las cuales poder edificar un mejor futuro para el país.
Las políticas que han llevado a esa estabilidad en lo económico y, por consiguiente, también en lo social, no son un asunto ideológico y la prueba está en que países con regímenes de diverso signo político y en diferentes latitudes del mundo han puesto en marcha medidas en el mismo sentido para darle certidumbre a sus ciudadanos y encaminarse de manera segura en la ruta del desarrollo.
Lo anterior es un valor bien entendido por el actual Gobierno de México y así lo ha demostrado con los dos paquetes económicos que hasta ahora ha enviado a este Congreso de la Unión.
En este sentido, celebramos que el paquete económico para el año 2020, recibido el pasado domingo 8 de septiembre, represente una garantía para la estabilidad y la certeza financiera que se espera mantener para el próximo ejercicio fiscal.
La política fiscal propuesta por el Gobierno de la República pretende ser más efectiva y oportuna, con la finalidad de aumentar la capacidad de ésta para potenciar el avance del país. Igualmente, se pone especial atención en combatir las diferentes prácticas de evasión y elusión fiscal, cerrándole la puerta a la corrupción y fomentando la responsabilidad que tenemos como ciudadanos de contribuir de manera justa al desarrollo nacional.
Se trata de que los recursos adicionales obtenidos a través de la política fiscal sirvan para financiar el desarrollo y detonar de modo más efectivo el crecimiento económico. Si se quiere reducir la pobreza y la desigualdad, que lamentablemente aún afectan a muchas mexicanas y mexicanos, estamos obligados a generar más riqueza y a alcanzar mayores tasas de crecimiento, sólo de esta forma se puede lograr que el bienestar llegue a quienes más lo necesitan.
En lo anterior radica el acierto del paquete económico para el ejercicio fiscal 2020, pues éste pretende encontrar el deseado equilibrio entre la búsqueda de un mayor crecimiento económico y una mejor repartición de la riqueza.
Los esfuerzos por mantener la estabilidad y certidumbre macroeconómicas no deben estar en pugna con la promoción del crecimiento incluyente, es decir, aquel que permita reducir las desigualdades y las brechas entre hombres y mujeres, entre pobres y ricos, así como entre el norte y el sur. No debemos enfocarnos sólo en generar riqueza, sino en que esa riqueza se distribuya bien para evitar que los más desfavorecidos se sigan rezagando. Entendamos que no hay contradicción alguna entre crecimiento y riqueza, se puede crecer más y al mismo tiempo distribuir mejor el fruto de ese crecimiento.
El mandato que nos dieron los ciudadanos en las urnas el año pasado no deja lugar a dudas, México votó por un gobierno austero pero eficaz, un gobierno honesto y sin privilegios, un gobierno que impulse el crecimiento económico incluyente y equitativo en todas las regiones del país, un gobierno que combata de manera decidida y efectiva la desigualdad y la pobreza, un gobierno que genere oportunidades para todos y que no permita que nadie se quede atrás.
En el Partido Verde tenemos muy claro que se debe escuchar la voluntad mayoritaria de los ciudadanos. A diferencia de otras fuerzas políticas, nosotros no apostamos al fracaso de la presente administración, nuestra convicción es enfocarnos en que a México le vaya bien y por eso, más que buscar el "cómo no", queremos encontrar el "cómo sí" puede el país alcanzar sus metas y para ello resulta fundamental, como ya lo dije, el paquete económico.
Hay que reconocer cuando las cosas se hacen bien; como representantes populares, estamos obligados a trabajar por la realización de las mejores causas para el país, por ello, en el Grupo Parlamentario del Partido Verde estaremos atentos para asegurar que el presupuesto sea suficiente para cumplir con los fines esenciales del Estado y contribuya al mismo tiempo para mejorar las condiciones de vida de todos los mexicanos.
Celebramos los esfuerzos que ha emprendido el gobierno de la República para combatir efectivamente la corrupción, los dispendios y los desvíos de recursos, pues para nadie es un secreto que el dinero público que se desvía o que no llega al Estado a causa de la corrupción es la mayoría de las veces un recurso destinado a atender a los que más lo necesitan. En este sentido, acabar con la corrupción es una condición fundamental para construir una sociedad más justa y con menos desigualdades.
No obstante, lo anterior, es importante igualmente garantizar que la austeridad no signifique insuficiencia presupuestal para que el Estado atienda todo aquello que está obligado a atender.
En este orden ideas, es fundamental fortalecer las acciones de gasto en rubros tan importantes como seguridad, educación, salud, desarrollo del campo y medio ambiente, pues estos son temas que interesan y preocupan a millones de mexicanos.
En el Partido Verde siempre estaremos a favor de la construcción de un país más equitativo y más solidario con quienes más lo necesitan y en donde se impulse el desarrollo con justicia social, por ello vamos a contribuir para que esa aspiración se realice, pero también pondremos especial atención en la fiscalización del dinero público y vigilaremos el correcto ejercicio de los recursos para asegurar que el gasto y la inversión del gobierno generen el mayor beneficio para toda la población.
Es cuanto, muchas gracias.