Con el permiso de la presidencia; Compañeras y compañeros legisladores, La erradicación de la pobreza ha sido uno de los temas prioritarios de la cuarta transformación. El ex presidente López Obrador asumió el cargo hace seis años con un lema sencillo que establecía las prioridades de su gobierno "Por el bien de todos, primero los pobres".

La cuarta transformación ha construido un México en donde los pobres nunca más sean olvidados y ha desmantelado el aparato administrativo que fue creado para favorecer a las grandes corporaciones, pasando por encima del interés nacional y de los más vulnerables.

Durante los años noventa, a nuestro diseño institucional se fueron incorporando los órganos autónomos, creados bajo el argumento de que era necesario separar ciertos ámbitos de la gestión pública de la influencia directa de los poderes tradicionales y como respuesta a la venta de empresas paraestatales.

A pesar de la creencia popular de que los órganos constitucionalmente autónomos son modelos de eficiencia y transparencia, la realidad en nuestro país demuestra que, lejos de ser la solución, en muchos casos se han convertido en focos de ineficiencia, despilfarro de recursos y hasta corrupción.

Uno de los puntos más criticados de estos órganos constitucionalmente autónomos es la forma en la cual se designan a sus titulares. Este proceso, en lugar de garantizar la selección de los mejores perfiles, se politiza y se convierte en una negociación de cuotas de poder entre los partidos políticos, dando pie a la colocación de personas que, si bien pueden tener capacidades técnicas, a menudo se ven subordinadas a intereses particulares, lo cual afecta la confianza pública en su objetividad y autonomía.

Recordemos que los regímenes neoliberales abandonaron poco a poco el papel del Estado como rector, limitando su responsabilidad social en sus obligaciones institucionales, en sus obligaciones de Estado. Por ello, es urgente aplicar los principios de eficiencia, eficacia, ahorro, transparencia y honradez en el uso de los recursos públicos a los órganos autónomos y evitar duplicidad de funciones.

La austeridad republicana se ha convertido en un eje transversal de todas las políticas públicas y esto incluye reestructura a las burocracias doradas que proliferan en organismos autónomos que no hacen más que duplicar tareas que ya se realizan en la administración pública centralizada.

Estos órganos han recibido más de treinta y dos mil millones de pesos desde su creación, con incrementos anuales en su presupuesto.

La reestructuración orgánica que se propone permitirá aplicar los recursos públicos de manera prioritaria, por eso, la Cuarta Transformación ve por el pueblo de México, los programas para el bienestar que hemos llevado al texto constitucional han beneficiado a millones de mexicanas y mexicanos que reciben de manera directa y sin intermediarios un apoyo.

Hoy, tenemos la oportunidad de cambiar de rumbo y retomar el papel institucional del Estado y su responsabilidad intrínseca por el país, optimizando los recursos públicos y reorganizando las facultades de nuestras instituciones, eficiencia y eficacia.

A través de esta reforma propuesta, se busca garantizar que la prioridad sea siempre el interés del pueblo y no los intereses particulares de grupos privados. Al mismo tiempo, se busca generar ahorros en el gasto público y destinarlo a áreas prioritarias como el fondo de pensiones para el bienestar.

Por todo lo aquí expuesto, en el grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México votaremos a favor del dictamen. Votaremos a favor de México y de la Administración Pública Federal, eficiente y eficaz. Es cuanto presidenta.