Con la venia de la presidencia;

Saludo cordialmente a la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, María del Rosario Piedra Ibarra, así como a quienes nos acompañan en esta sesión.

Durante décadas, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos fue vista como un órgano burocrático, distante y, en múltiples ocasiones, ineficaz, consolidándose como una institución que con frecuencia permanecía en silencio ante las violaciones más graves.

Sin embargo, a partir de 2019, este organismo inició un proceso de transformación para acercarse a la ciudadanía, dejando atrás la burocracia e indiferencia, pero sobre todo priorizando la atención a las víctimas y la defensa de los derechos humanos.

Este cambio ha sido importante porque México enfrenta grandes desafíos. Aunque es un país pacífico y solidario, en los últimos tiempos se ha visto afectado por la violencia y la falta de empatía, lo cual ha impactado negativamente en la vida de muchas personas.

Garantizar los derechos fundamentales no es una tarea sencilla ni un cambio que ocurra de la noche a la mañana; requiere esfuerzo, compromiso y constancia. Por ello, es importante reconocer los avances alcanzados en esta nueva administración, ya que cada acción emprendida representa un paso más hacia la consolidación de un sistema más justo e incluyente.

En los últimos años, diversas instituciones han trabajado incansablemente para devolverle a la ciudadanía la confianza en sus derechos y en la justicia. Un claro ejemplo es la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que ha ido avanzando en la construcción de un modelo de defensoría verdaderamente al servicio del pueblo.

Prueba de ello son las políticas de austeridad y eficiencia implementadas en los últimos años, reduciendo el número de plazas de mil ochocientas ochenta y dos en 2023 a mil setecientas en 2024, con ahorros superiores al 10 por ciento en el gasto operativo, permitiendo optimizar recursos sin afectar la calidad del servicio, asegurando mayores beneficios para la ciudadanía.

No obstante, los derechos fundamentales no se garantizan solo con austeridad y eficiencia, sino con acciones concretas en favor de quienes han sido vulnerados. En este sentido, la Comisión ha trabajado para atender las denuncias de la ciudadanía de manera efectiva.

En el período de 2019 a 2024, la CNDH recibió 81,356 expedientes, de los cuales el 89 por ciento han sido concluidos con atención inmediata y preventiva.

Además, el 61.6 por ciento de los casos se resolvieron durante el trámite de investigación, mientras que el 24.6 por ciento fueron atendidos a través de orientación directa a las personas afectadas, brindando soluciones en el menor tiempo posible y evitando que las violaciones a los derechos humanos se prolonguen.

Bajo el mismo periodo, se emitieron 1,270 recomendaciones, triplicando el número de recomendaciones de gestiones anteriores, lo cual evidencia el compromiso de la CNDH con la protección de los derechos fundamentales y la exigencia de justicia.

Cabe mencionar que, a través de estas recomendaciones, la Comisión enfrentó problemáticas como la violencia de género, la tortura, la negligencia médica, la crisis migratoria y las deficiencias en los centros penitenciarios, garantizando que las instituciones responsables tomen medidas concretas para evitar futuras violaciones.

Estos resultados reflejan el cambio de paradigma que se ha consolidado en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, una defensoría del pueblo que no solo responde a violaciones, sino que previene y protege antes de que estas ocurran.

En la bancada del Partido Verde reconocemos el trabajo encabezado por la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, junto con todo su equipo, quienes han demostrado un firme compromiso con la defensa de los derechos fundamentales y la protección de las víctimas.

Sin embargo, reconocemos que aún hay un largo camino por recorrer. Por ello, exhortamos a todas las instituciones del Estado a redoblar esfuerzos para que cada persona en México viva con dignidad, justicia y libertad.

Es esencial que todos, desde el legislativo hasta el ejecutivo, así como los organismos autónomos y la sociedad civil, asumamos la responsabilidad de contribuir al fortalecimiento de nuestro régimen democrático y se garantice realmente el ejercicio pleno de los derechos humanos y la defensa de los mismos cuando existan violaciones a ellos.

Es cuanto. Muchas gracias.