Con la venia de la presidencia,

Compañeras, diputados y diputadas.

Hoy, más que nunca, el sector ferroviario de nuestro país está frente a una oportunidad histórica de renovación que no solo transformará el transporte, sino que marcará un hito en el desarrollo de la infraestructura y en la competitividad económica de México. Es por eso que esta reforma no solo es un conjunto de modificaciones legales, sino un paso decisivo hacia un sistema de transporte moderno, eficiente y orientado al servicio público.

La transformación del sistema ferroviario mexicano debe entenderse en el contexto de un México que está creciendo, que se moderniza y que debe alinearse con las grandes demandas del siglo XXI. Esta reforma responde a una necesidad urgente de recuperar el control estratégico de nuestras vías férreas y garantizar que su operación sea sinónimo de servicio público eficiente y accesible para todas y todos.

En la historia reciente de México, hemos visto cómo los trenes, que alguna vez fueron un pilar de nuestra infraestructura, fueron desmantelados y entregados al sector privado sin considerar el impacto en la conectividad y movilidad del desarrollo regional. La privatización de Ferrocarriles Nacionales de México en 1995, de manera errada, dejó al sistema de trenes fragmentado, con pocas líneas en operación y una infraestructura obsoleta.

Hoy, los efectos de esa regresión siguen siendo visibles. En el Estudio de Competencia en el Servicio Público de Transporte Ferroviario de Carga (2021), la COFECE concluyó que la competencia es escasa y que la red ferroviaria mexicana opera de manera fragmentada. Esto ha creado un sistema poco eficiente, que no aprovecha su verdadero potencial para impulsar el desarrollo económico del país.

Con la reforma ferroviaria que estamos impulsando, creamos las bases para un nuevo sistema de transporte que aparte de resolver los problemas de eficiencia, también fortalece el papel del Estado en la planeación y supervisión de este sector.

A través de la creación de la Agencia de Trenes y Transporte Público Integrado, un organismo autónomo sectorizado a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, aseguramos que el gobierno mantenga el control estratégico sobre las concesiones y asignaciones de vías férreas. Esta agencia tendrá un papel clave en la coordinación del transporte multimodal, garantizando una red de transporte eficiente y segura tanto para pasajeros como de carga.

Además, con esta reforma, damos un paso hacia la recuperación de más de 18,000 kilómetros de vías privatizadas que podrán ser utilizadas para el transporte de pasajeros, mejorando la conectividad en rutas clave del país, ejemplo de ellas:

 ✓ El tren México-Querétaro-León-Aguascalientes

 ✓ El tren México-Querétaro-Guadalajara

✓ El tren México-San Luis Potosí-Monterrey-Nuevo Laredo

Son solo algunos de los proyectos que darán nueva vida a nuestras vías férreas y mejorarán la conectividad entre las principales ciudades del país.

No solo se trata de modernizar los trenes, sino de aumentar la oferta de transporte público de pasajeros y construir infraestructura multimodal que permita la integración de distintos modos de transporte, creando un sistema más eficiente y accesible. Los proyectos como el Corredor Ferroviario México-Tuxpan y la línea Mazatlán-Durango son ejemplos claros de cómo podemos aprovechar el potencial del ferrocarril para fortalecer las cadenas de suministro de otros transportes y facilitar el comercio tanto dentro del país como con nuestros socios internacionales.

El Decreto de Área Prioritaria para el Desarrollo Nacional del 20 de noviembre de 2023 nos señala el camino hacia un sistema ferroviario robusto, en el que no solo se recupera el transporte ferroviario de carga, sino también se impulsan las rutas de pasajeros. Con este decreto, se identifican las primeras siete líneas prioritarias para concesionar, destacando rutas como el tren México-Veracruz-Coatzacoalcos y el tren México-Querétaro-Guadalajara-Tepic. Estas líneas permitirán una mayor conectividad y son fundamentales para la modernización del sistema ferroviario nacional.

La reforma en comento que presentamos no es solo un cambio normativo, es una reforma que trae consigo un cambio estructural que busca poner al sistema ferroviario al servicio del país. Se trata de garantizar que las vías férreas sean utilizadas para generar valor social, no sólo en términos de rentabilidad privada, sino en beneficio directo de los mexicanos. Queremos que este nuevo modelo esté enfocado en el servicio público y privado, en la conectividad, y en el desarrollo regional.

Hoy, más que nunca, tenemos la oportunidad de convertir al ferrocarril en un gran motor de crecimiento económico, de empleo y de modernización y que ayude en la competitividad para México. Con esta reforma, todos los sectores de la sociedad, estamos sentando las bases para un México mejor conectado, más eficiente, y más preparado para los retos del futuro.

Es cuanto, muchas gracias.